Top 3 temas en los medios de EEUU

Hay un estándar de lo que regularmente vas a ver en cualquiera de los 500 canales, sea de animales, niños, niños animales, novelas, noticieros, y demás yerbas. Estos son los tres tópicos más presenciados con la posibilidad de generar una embolia cerebral de tan traumáticos que son. Sea cual fuere el medio, gráfica, prensa, TV o radio, pasacalle, aviones, y otros.

Puesto Nro 3:

Britney

Pobre nena. Su vida ya es una parodia. ¿Alguien le puede avisar a su mamá que hay una hija suya vagando por la ciudad, con la edad física de una mayor de edad pero con aparente complejo de pendex? Sale en noticieros, series, publicidad... Da pena. La vida mediática realmente es cruel. Sin palabras para describir. Muy de cerca, Lindsy Lohan -qué linda era-, y otras vagabundas existenciales.

Puesto Nro 2:

La comida como empache visual

Amo la comida. Pero esto es el colmo.

Las porciones de los restaurantes son inmensas. Visualmente, estoy empachada de comida. Tenía ganas de comer chicken wings o pollo frito de KFC. Vi en la tele, ahora no quiero.

Está vidriosamente entremezclado con el winner de la temporada...

Puesto Nro 1:

Gord@ o no gord@: una generación traumada

La ironía de intercalar información entre comida que engorda y la crisis de la gordura en Norteamérica. Una total ironía se vive acá. Lo de la gordura abarca desde: Acuchillo que fulanita subió 5 kilos, a: Cómo perder 120 kilos en 1 mes. Pastillas por aquí y allá, livin´la vida loca, cirugía plástica, pelotas en el estómago, y bam! deshacéte de esos kilos. 

Ahora finalmente entendí el mambo de talles 0 al infinito. Tengo talle 8. Todavía no descifré el código de los corpiños: 34 D Cup maembo... ¿qué es eso? No me animé a preguntar la vez pasada en Victoria´s Secret. Creo que nadie se explica cómo llegué a los 22 años sin saber qué talla soy. Al menos en talla yanki, ni idea.

Es una macabra obsesión lo del peso. Tanto, que miro de reojo las calorías de las galletitas,  y confieso que bajo el paquete por remordimiento muchas veces. Acá hasta el vinagre parece que engorda más que en Paraguay. No puedo terminar de comer 10 oz. de una hamburguesa en un restaurante porque es gi-gan-te. Es literalmente, 50 a 75% más que en Paraguay. Y eso que Pancholo´s -medida estándar para mi vida- ya es suficientemente grande. La obsesión del peso continúa a tal punto que admito: ya salí a correr. Pero no lo voy a volver a hacer, me duelen las piernas, y entonces sólo saldré a caminar. No nací para ser maratonista.

Tres temas mediáticos, señoras y señores, con suficiente fuerza para dejarle a uno lunático.