Ambiente: ***** (súper)
Servicio: ***** (súper)
Comidas: ***** (súper)
Precio: $$$$$ (saladito)
El sábado de noche fue el momento designado para celebrar el cumpleaños de un gran amigo. Como gran amigo que es, con aires de mafioso profesional, pensé en un sólo lugar para sintetizar un homenaje a su persona. Una amiga me recomendó este rinconcito casi no percibido de Asunción, y para allá fuimos.
El local en su día de inauguración. Fuente: Facebook
La Trattoria Tony es un localcito oscuro por afuera, casi como para que te cueste encontrar durante la noche, pero lleno de luz y vida a la noche. Con la paz de saber que teníamos lugar porque hicimos una reserva, nos abrieron las puertas a un entorno que te hacía pensar que entraste en una casa, a miles de kilómetros de distancia. Italiano hasta por los platos, en las paredes; fotos de celebridades que acostumbran venir, memorabilia de fútbol, botellas con servilletas de tela envolviéndolas.... es uno de esos lugares que se nota que no lo armaron con cosas de la casa pero te hace sentir en la intimidad de un hogar.
Selecta carta de vinos en el local. Fuente foto: Facebook
Hermoso ambiente. Fuente foto: Facebook
Muchas celebridades ya conocen el lugar. Hay fotos de Recanate, Tavarelli, y Roque hasta se pegó un paseo por el corazón de la casa. Fuente foto: Facebook
Una carta completísima, toda en italiano, colabora a que te sientas en otra dimensión si no conocés el idioma. El cumpleañero, inteligente (y mafioso) como es, pidió al mozo recomendaciones. Nos atendieron 3 mozos diferentes y todos estaban familiarizados con la cocina como si fueran amantes. Conocían los platos de ingrediente a cocción, y te van ofreciendo cosas por descarte. Pasta seca? salsa cremosa, aceitosa, o roja? con carne? con especias? De todo.
Pedimos de entradas unos pancitos untados, que venían con crema y anchoas, otros con verduras y salsa roja, y otro con pasta de hongos. Cada uno, con sabores definidos y por sobre todo, artesanales.
Los mozos fueron ayudándonos a llegar a cada uno de los 7 húespedes de mesa, al plato que nos provocaba antojo. Esa noche vi muchos y diversos platos en la mesa. Mr. Hubby (alias, Sr. Marido, el nick que le inventé a Chris para que la gente de Twitter entienda de quién hablo) pidió una milanesa de carne con 4 quesos, y puré. Ña Pao, hizo lo suyo con una milanesa a la napolitana que le sacó de combate a la mitad, y el marido Horacius, además de comer su risotto al funghi, se encargó del plato de la Mrs. Sólo los días 29 hay gnochis en Tony, Filo pidió con salsa rosé, y yo fui por el gnochi a la Parisien con Gorgonzola Gratinada.
Lo que les puedo decir es que en primera instancia, la mayoría pensamos que las porciones que nos vinieron eran chicas. Sobre todo, considerando que los platos iban de Gs. 45 mil a Gs. 75 mil (USD 9 a USD 15). Pero todos terminamos más que satisfechos con nuestros platos. Los mozos encontraron el deseo de nuestros paladares, los cocineros hicieron magia en la cocina y nosotros nos gozamos.
De mi plato en particular, ahora que lo pienso, pude haberle agregado sal. Eso porque soy una persona que come los platos muy condimentados. Pero sentí cada gusto que tenía que sentir con la salsa que acompañó mis pastas.
Quiero volver a La Trattoria. No sé si volveré a venir en los próximos 6 meses, por el precio. Fue un lujo que nos dimos e hizo bien. Y quiero volver a estudiar italiano, dicho sea de paso.
(N. de la R.: Sé que es mi mala costumbre no salir con cámara para retratar lo que cuento. Tengo que hacerme de esta costumbre.)