El peor comercial de las elecciones presidenciales 2008 en Paraguay

Por si no tuvieron "el placer" de ver este comercial, ahí va para que se rían, o lloren de la risa. No queda otra. Declarado patrimonio patético de la historia de los comerciales y la publicidad en Paraguay, merecedor de demandas por plagio y ofensa a la inteligencia humana: con ustedes, "tractor amarillo"...

http://www.youtube.com/watch?v=PPfh9bvHk4U

No se lo pierdan! Vale la pena perder su tiempo.

(No me voy a cansar de decir lo abominable que me parece este comercial)

Entre el barco y la caminata

Tengo días de ataque de coraje. Esos días en que me decís: "hoy zarpa un barco a nuevo puerto, ¿te subís?" y yo, sin preguntarte ni siquiera si voy a tener comida a bordo -yo no me voy a ningún lado si voy a pasar hambre-, cuánto dura el viaje, o a dónde vamos, me subo. El que me conoce sabe que me quedo en el bote hasta que me echen por la borda. Literalmente. Me voy hasta el final de la odisea, termine con mi humanidad muerta de hambre en la proa o llegando al paraíso, donde hay dunas, olas, palmeras y comida (también puedo morir y llegar al Paraíso, ¿no?).

Y hay esos días donde prefiero otros medios de transporte. Donde elijo caminar a pie el camino, donde es más sufrido, pero no es turbulento. Me gustan los caminos transitables con mapita, me encanta saber de dónde vengo y a dónde voy, y saber cuánto toma llegar, saber lo que hay por el camino. Me siento segura. Hay días que me gusta, y hay días en que detesto saber todo lo que hay por el camino.

Hoy es un día donde necesito -una vez más, y para variar- decidir. No me gusta no tener la gran macrovista de Dios en las cosas, -a quien me lo imagino mirando mi vida como un mapa, de inicio a fin, un poco masónica mi imaginación pero así lo veo-, quisiera pararme a Su lado y ahí decir "Aaaah, por este camino llego muy bien" o "No, este camino está muy malo". Pero no, soy una piecita en la tabla del juego de la vida, y se echan los dados a una velocidad que no controlo.

Me presentás una encrucijada, y no sé qué hacer. Confieso que estoy por hacer la gran Rory Gilmore, de la serie Gilmore Girls: hacía una tablita de pros y contras. Yo también lo hice siempre: para elegir tema de trabajo práctico, universidad, etc.Urge hacer la tablita de vuelta.

Lo importante es decidir, y stick to your decisions (mantenerte en tu decisión), al menos que la vida te demuestre con demasiada evidencia que es hora de cambiar.

Me gusta el cambio, pero también le tengo miedo. Me gustan los abismos, pero odio caer al vacío. Amo la seguridad, pero detesto la monotonía.

¿Alguien me entiende?

A veces, según mi humor, me aventuro y zarpo, y otros días me quedo en tierra firme, los dos pies bien plantados, moviéndome de aquí para allá (pero en todos los casos, creo que tengo al menos un pie en el piso).

El mambo es, ¿cuál es un buen camino? En general, creo que mis impulsos no son buenos. Trato de no ser impulsiva, aunque cuando lo soy, confieso: lo disfruto. Hasta cierto punto también, mientras me tome con soda la cosa. Cuando me pongo densa y filosófica, ni yo me aguanto.

Así es como se siente crecer, entonces... decidir. Seguir para el frente, no mirar atrás. No dar lugar al "qué hubiera sido si...". Cuando das un paso para adelante, hay algo a lo que estás renunciando.

Pero hay algo que estás ganando.

Gran siete. Soy una mujer muy, muy, muy antagónica.
Blast from the past: encuentro contigo

Pienso que los hombres son mejores amigos que las mujeres, pero no siempre fue así de tajante mi pensamiento. Hoy estoy acostumbrada a tener amigos varones, en su gran mayoría. De hecho, mis mejores amigos son varones hace muuuu...chos años. Hace mucho tiempo atrás tenía dos mejores amigas, una eras vos. Eramos un grupo de tres nenas, y dijimos que cada vez que miremos las estrellas y encontremos a las Tres Marías, nos acordaríamos de nosotras.

Éramos dos Paolas -una de ellas, vos- y yo. Hablábamos de todo, veíamos películas juntas, merendábamos, pasábamos el recreo divagando. Pasamos juntas nuestros primeros amores, nuestros primeros destrozos de corazones, nuestras primeras fiestas, los días de pileta en Asunción o San Bernardino, cocinando lemon pie, y tantos momentos lindos y feos de la vida, pero lo importante era que nos teníamos las unas a las otras. Eran días en los que teníamos e-mail, el Internet era dial up, y nos escribíamos cartas con mucho color, con muchas hojas, lleno de corazones y derramando palabras de afecto, secretos y amistad incondicional. Leíamos CosmoGirl y Seventeen, bailábamos en el dormitorio, y vivíamos la adolescencia en una inocencia que hoy en día se desconoce.

Ayer te vi, después de 7 años. Fue un encuentro sumamente casual y extraño, las dos nos quedamos congeladas, sorprendidas. Las dos habremos pensado en cómo cambiamos. Pasaron los años, y yo iba teniendo noticias de vos a la distancia. Iba viendo tus cambios a través de la parte de sociales de revistas. Me divirtió ver que te convertiste en la diva fashion que perfilabas a ser, que camines con ese porte que siempre supuse que ibas a tener. Me sorprendió escuchar tu voz: ese cambio de timbre adolescente, a voz de mujer. La última vez que te escuché hablar tenías máximo 15 años.

Fuiste mi amiga de infancia. Mi aliada. Fuimos amigas por al menos 5 años. Tu mayor traición fue contarle al chico que me gustaba que tenía una lata de leche condensada escondida en mi mesita de luz, al costado de la cama, con un abrelatas y una cuchara (hasta ahora me río de la escena). Con eso quiero decir que fuiste muy, muy leal.

Al subir al auto, no pude evitar lagrimear en la oscuridad. No sé por qué me dio tanta melancolía encontrarte. Quizás porque nunca conté con la posibilidad de que te vayas, de que tu presencia desaparezca muy lento de mi vida, y que con vos se vayan tantos recuerdos y experiencias. Contigo se fue mi creencia en que hay amistades que duran para siempre.

Las cosas cambian. Intercambiamos números, pero dudo que pase de eso. En algunos años supongo que me voy a enterar de vos en la sección de casamiento en Sociales, y vos de mí en... ¿en dónde será? No sé. En orkut, capaz. Ojalá lo sepas en la sección de Negocios, o en Arte y Espectáculos.

Te extrañé, y te voy a volver a extrañar.
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