Cambiar esa realidad, ¿en las manos de quién está?


 " Tu vida es el resultado de las elecciones que haces... 
si no te gusta tu vida, es momento de comenzar a hacer mejores elecciones" (Pinterest)

Soy amante de los esquemas, las reglas de juego bien claras (derechos y deberes) y las posiciones de los jugadores, especialmente en el trabajo. Antes más que ahora, y les explico qué descubrí en mi proceso de aprendizaje laboral.

Por un lado, no quería que me interpreten como una topadora que venía a atropellar lo que el otro hacía. Entonces, desde mi punto de vista, cuando seguía las normas y los roles al pie de la letra, estaba siendo respetuosa y obediente.

El problema con esta visión, es que estás más preocupado por no superponerte en funciones con otro, también estás siendo pasivo y sumiso. Señores, con pasividad y sumisión no se llega muy lejos.

También con esta visión, comenzás a atribuirle a terceros que las cosas no sucedan. Todo lo que no nos gusta, es culpa de terceros.

"No se hizo porque fulano no siguió"
"Yo le pedí y no me respondió"
"Nosotros no figuramos luego en el mapa"
"Nadie nos tiene en cuenta"
"Fulano se mete en mi trabajo"

Cuando no nos gusta la realidad de las cosas y comenzamos a caer en culpar a terceros de nuestra situación, parecemos la pelota y preguntémosnos esta poderosísima pregunta en un profundo autoexamen:

"¿Qué puedo hacer yo para que mi realidad sea distinta?"

SIEMPRE hay ALGO que está en nuestras manos hacer; no esperemos que otros ni el destino nos pongan una alfombra roja para caminar hacia nuestros sueños e ideales. Y ante la duda, siempre está patear el tablero. Esto es: hacer lo impensable, obviar esa excusa que te hace vivir lo invivible porque no tenés de otra. Autoempoderate, nadie puede darte eso más que vos mismo.


"Cosas buenas suceden a esos que esperan; pero las mejores cosas pasan a aquellos que hacen" (Pinterest)

"Hace tiempo percibo que las personas logradoras raramente se sientean y esperan que las cosas le sucedan. Salieron y se hicieron suceder a las cosas". Leonardo Da Vinci (Pinterest)

"Las cosas hermosas no suceden solas; si quieres algo maravilloso, tienes que hacer algo maravilloso" (Pinterest)

Pecados capitales laborales

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Se vive y se aprende. Qué gran principio de la vida, que me permitió moverme para adelante y que es mi consejo cuando algo no sale como se prevé.
 
Hay cosas que hice en el trabajo y descubrí que tenía que dejar de hacer, otras que me hicieron, y también cosas contrarias a lo de la lista que me hicieron decir “qué suerte que mi colaborador actúa así, si me hacía lo contrario me iba a desquiciar”.  Estos consejos son para gente que quiere destacarse en su trabajo, que sueña con más y que está dispuesta a pagar el precio. Éstos son los pecados capitales a evitar:

·      Limitarte a hacer lo que te toca: tener un pie y sumar al equipo te abre el mundo a más gente, a demostrar que tus capacidades exceden lo que se te asignó. 
·      Esperar que te digan lo que tenés que hacer: en el mundo ideal, la cancha está rayada, los procesos están hechos, y alguien tiene el tiempo para enseñarte cómo funciona el mundo laboral. En la práctica, no es así. Llano, puro, sencillo: colaborá sin ser invasivo, observá a tus alrededores, tomá nota, y levantá la mano cuando alguien necesite algo, aunque sea un vaso de agua.
·      No llevarte el apunte de tus pendientes: mis jefes no son mis niñeros. No tiene por qué dudar si hice algo. Si hay algo que me encanta de mis colaboradores más destacados, es que una vez que yo digo que se haga algo, no tengo que llevarle la cuenta o angustiarme si hizo o no hizo. Es todo un arte llevarse el apunte. Escribí en un pizarrón, usá postits, usá una agenda. Decidí lo que hay que hacer diariamente, semanalmente, quincenalmente, mensualmente o a qué altura del año se entrega.
·      Hacer lo que querés, no lo que te toca: algunos colaboradores tienden a querer justificar lo que no hicieron, con lo que sí hicieron. Newsflash: en tu descripción de cargo dice una serie de responsabilidades, si lo que hiciste no está en esa lista, lamento decirte que no te merecés la estrellita en el hombro. créanme que cuando se decida sobre recompensas, ascensos, y despidos, no se te evalúa por lo que hiciste y no te tocaba hacer, sino por lo que te tocaba hacer y no te hiciste cargo.
·      Meter bajo la alfombra lo que no hiciste: cruzar los dedos para que tu jefe no se de cuenta y al final de todo creer que le jodiste, lamento decirte que no hay ningún pendiente que tu jefe te de por amor al deporte o porque tiene ganas de darte cosas para hacer al pedo. Si creés
·      Proponer sólo problemas, nunca soluciones: ojo, podés decir “tengo este problema y no sé cómo solucionar. Pero cómo se valora al colega que con el problema, piensa en cómo zafar.
·      Decir “a mí no me toca eso”: si no violara algún derecho humano, le meto un sopapo al que me diga semejante aberración. 

La condena por caer en uno de estos pecados es el limbo de la falta de crecimiento, la pérdida de la recompensa, el lago del fuego y azufre de la condenación laboral. ¿Trágica? Sí, lo es cuando hacen más difícil el trabajo. No hay cumbres inconquistables. Todo desafío es conquistable si todo un equipo pone de su parte.
Mi espacio, mi mundo, mi visión, a mi manera. ¡Así de sencillo es! Es de buena gente comentar, compartir y dar créditos si corresponde. Cualquier cosa dejame un comentario con tu e-mail, así contactamos.
 
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