Cosas que pienso cuando tengo que ir al gimnasio

Me encantaría decir que soy deportista, pero NI AHI. No es tampoco que sea mala en deportes; tengo resistencia, no soy tan torpe, pero igual: nunca me gustó hacer ejercicios. Me iba a los Intercolegiales para socializar, Educación Física me costaba más que Química, y sin embargo, me rompía el lomo para hacerlo bien. Igual, no me gusta iterei* al cuadrado.

Ahora soy grande y nadie me pone notas, sólo que la ropa me iba quedando cada vez más apretada. Cuando ya no pude caminar 2 cuadras para irme al supermercado a comprar mi pastafrola, oh ironía: decidí ir al gimnasio.

Pero como no doy con mi genio, muchas se me cruzan en la cabeza, antes, durante y después...


Cuando tengo que pagarlo: calculo una y otra vez el presupuesto del mes, para ver si "va a sobrar"platita para esa "malcrianza". Rastreo si hay alguno que tenga un mejor precio. Sí, hay uno, pero está lleno de tipos que miran traseros como sabuesos, o equipos viejos, o instalaciones decrépitas. Comparo entre dos gimnasios para ver cuál me queda más cerca cuando voy a pie. Luego, voy en auto y como las calles son sentido único y doy vueltas para encontrar estacionamiento, me queda a triple de distancia de lo que sería ir al gimnasio más lejano. Doy más vueltas por no conformarme con un lugar de estacionamiento que encuentro, pensando que voy a encontrar uno mejor. Nunca pasa eso.

Cuando tengo que salir del trabajo para ir al gimnasio: reviso una y otra vez el Outlook para ver si no se me pasó leer un correo. Miro detenidamente los mails marcados en rojo. Evalúo las urgencias. Me hago realidades alternas de si pasa algo en la oficina y me necesitan. Y al final, me confieso: hago de todo para no ir al gimnasio.

Cuando tengo que cambiarme de la ropa de oficina a ropa de gimnasio: me lío el cabello con 3 gomas para que ningún mechón se caiga. El mechón de flequillo no se sujeta. Uso una vincha de toalla para un look ochentoso, pero que mantiene seco mi cabello. Me pongo ropa de gimnasio que combina, un juego de calza y camiseta que supuestamente tiene que hacerme sentir pro. Mis rollos me delatan. Mi derrière voluptuoso me pone contenta. No importa cuán gorda esté, siempre se ve lindo. Vuelvo a mirar los rollos y no, no compensa el derrière.

Cuando estoy en la bicicleta, haciendo spinning: no dejo de mirar el maldito reloj. Miro los celulares para ver si no me llaman desde la oficina. Calculo cuánto tiempo ya aguanté, y me rejuro que voy a aguantar 5 minutos más sin desvanecer. Me imagino mi época de colegio cuando me toca pedalear al ritmo de mi música favorita: "Procura", de Chichi Peralta. Maldigo a todas las porquerías que como que me hacen estar ahí en primer lugar. Me recuerdo que hace bien hacer ejercicio, aunque viva de hojas verdes. Me imagino a mi humanidad rumiante de tanto comer hojas verdes. Concluyo que soy una vaca aunque no viva de hojas verdes.

Cuando se me raya el cerebro y hago zumba: alego demencia y vejez a mis movimientos torpes. Miro a otras para ver si alguien es más torpe que yo, y como siempre lo hay, me consuelo en silencio con eso. Me pregunto si alguien se consuela con sus movimientos, mirándome a mí. Me siento puberta de vuelta. Es el único lugar donde puedo ser puberta sin remordimientos, y lo disfruto.

Cuando tengo que cambiarme de ropa de oficina a ropa de gimnasio: hago todo un ritual para escoger con qué cosas entrar a la ducha para bañarme Y vestirme, entonces nadie me ve, ni en corpiño. Me imagino la angustia de mojar mi pantalón en la ducha, y cuando lo hago, digo: "qué más da".

Cuando vuelvo a la oficina: de verdad vuelvo más feliz de lo que me fui. Una parte de mí se estresa por tener que ir, y otra parte se desestresa por haber ido. Después me arruinan el desestrés y vuelvo a ser una estresada. Como, como mecanismo de lidiar con el estrés. Y ahí concluyo: tengo que ir al gimasio.

Y vuelve a comenzar el círculo vicioso.

*Iterei: énfasis, "en absoluto", sería el contexto del guaraní al español.

2 viajeros que conversan:

Anónimo dijo...

me encantó jaja, me siento identificada

Anónimo dijo...

muy bueno pero no deber ir por verte mejor sino por tu salud y el bienestar que se genera luego de la rutina diaria animo luego te hará falta

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