Bebé, otra vez

Todavía estoy procesando lo que viví hoy.

Acabo de llegar de mi primer culto en la iglesia. Fui a la Upper Room Church, acá en Miami. Fue el resultado de una búsqueda en Internet, cortesía de Google. Resultó ser cerca de la casa de mi prima, donde me hospedo.

La página web no me resultó muy atractiva, para ser sincera. Mucho pedido de plata por todas partes, para sumar al prejuicio de mi prima, quien me dijo que así es todo acá, que es a platazo limpio el chantaje para que quieras poner un pie en la iglesia. Vamos a darle una oportunidad, me dije, y me deshice de preconceptos, miedos y demases trabas.

Es miércoles, 7 de la noche. Culto de jóvenes. Mi prima, cansada de su día de trabajo, igual me acompaña. No sé cuánto habrá peleado consigo, sé que hizo un inmenso esfuerzo por entrar. Es de las católicas que no le gustan los evangélicos, creo. En realidad, no le cae mucho la institución de la igleisa, en general, especialmente la de los yanquis. Pero se prestó al experimento. Las dos entramos como extrañas, y fuimos recibidas por sonrisas por todas partes.

Son pocos, éramos 30 más o menos en el salón, organizados en mesas redondas. No era fiestero, gracias a Dios, yo oraba para que mi prima no salte de su silla y me diga que están todos locos. No hacía falta grandes revuelos para entrar en la presencia de Dios. Una sublime alabanza y adoración. Sentí que nací de nuevo.

Entré como si fuese la primera vez que me iban a hablar de Jesús. Hace bien: te hace dar cuenta de las cosas que muchas veces hacemos y que espantan a la gente, no por ser espirituales precisamente. Esta gente se portó. Honestamente, el Espíritu Santo se portó esa noche. No les puedo explicar cómo me siento, sólo sé que hace tanto, tanto, tanto, tanto..tanto tiempo no me sentía así.

Cómo lloré en la adoración, no sé ni por qué. Me descargué, no sé de qué. Hablé con Dios, no sé tampoco de qué. Sólo sé que me comporté como si fuese nuestro primer encuentro. 

Revelaron el claim del año: la propuesta es hacer evangelismo en donde estés. Se le dedicó a un chico de veintitantos años que se llamaba Giovani. El se suicidó bien a principios de enero. Era cristiano, de esa iglesia, y entró en depresión, se metió con drogas, y se suicidó. Su papá aparentemente no era cristiano hasta entonces. Vino después a ver qué onda. Hoy de noche pasó a hablar del tema. Donó dinero a la iglesia para sostener el ministerio de jóvenes, el ministerio al cual su hijo estaba abocado, dijo, y que no pudo asumir porque sencillamente se cansó de vivir. Poderosísimo el testimonio de este papá, que estaba con su hija de 3 años y su señora, para celebrar el 2008 y la meta para el grupo de jóvenes, quienes en memoria de su hijo, van a evangelizar en donde vayan. Es un tipo que se entregó a Dios el domingo pasado! 3 días después del suicidio de su hijo, y ni cumplió una semana de cristiano y ya está evangelizando! La gente plaga diría que se está consolando en la religión. A esa gente le diría que decir eso es como opinar acerca de la manzana que comí esta mañana. ¿Vas a decirme vos si es dulce o amarga? ¿Cómo vas a saber, si no probaste? Lo mismo es con el amor de Dios. El que lo probó, sabe de lo que estoy hablando.

Lección dinámica, cortesía del pastor, con la grande lección: nunca olvides quién sos en Cristo. No sé por qué tengo la maldita costumbre de olvidarme de eso, de comportarme como si estuviera sola en este mundo. No tengo por qué comportarme como si fuese que tengo todo por perder, cuando ya gané todo lo que hay para ganar. Es sólo ir y hacer.

Les digo que dio hasta ganas de quedarse acá. Una iglesia con un grupo chiquito de jóvenes, y con líderes locos por compartir sobre Dios y su amor. La gente en Upper Room, sencillamente, la tiene clara. Hablaron claro y en inglés, quiero decir, en idioma entendible, un mensaje impactante, desde su recepción hasta el adiós del pastor, a quien me animé a saludar y me dio libros y revistas. Nada de amen, hermanito, aleluya, y otros vocablos que tenemos la costumbre de usar sin pensar. Oraciones sentidas desde el corazón, sin vuelteríos ni distancias, directo al corazón de uno y estoy segura que al corazón de Dios.

Espero tener la oportunidad de enriquecerme más con esta gente, Dios sabe que es exactamente lo que necesitaba. Dios me dio la oportunidad de ser bebé, otra vez.  

3 viajeros que conversan:

viko, professional dreamer dijo...

vaneeee.. me pone tan feliz q tu vida ande entrando en algo similar a tu estilo de vida.. yo estoy ac mas de un mes ak y todavia me cuesta.. bueno.. ak es muy diferente too.. el dia es muy corto, la ciudad chica.. q se yo.. ablo con mama como tres veces a la semana y unas dos con papa.. entonces encerio me doy cuenta q extraño a mis amigos.. y lo mas raro es q tres de ellos tan ak en eua.. osea.. q onda?? en fin, me pone contento q estes contenta!!


viko

Mirtha Graciela Casco Pane dijo...

Hola Vane te cuento que a mi misma me hizo mucho bien tu comentario de la Iglesia que te fuiste,y creo que asi entre no tan mucha gente fluye mas el amor de Jesus y la sencillez de individualizar a cada uno como dice "A mayor cantidad menos conocimiento""El que mucho abarca poco aprieta"por eso a veces es mejor "Calidad que cantidad,Te quiero mucho y Dios te siga bendiciendo y alentando te cuento que soy una asidua lectora de tu Blog y especialmente me senti identificada con lo que contaste de la Iglesia.Besos y un abrazo fuerte!!!

VaneRV dijo...

La verdad, irme a la iglesia le dio un sentido de familiaridad al país, pero sigue siendo única la experiencia. Keep the good spirit, Vik. Gracias x visitarme siempre Mirtha!

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